Zarpazos de poesía en Malasaña
Locales y librerías permiten a los nuevos poetas "enfrentarse" a su público? Consagrados o no, comparten su inspiración en directo
Luis Boullosa
MADRID- La poesía parece a menudo un género olvidado, condenado al ostracismo por su supuesta falta de viabilidad económica. Carente de nuevas voces. Sin embargo, en Madrid, si se escruta más de cerca, empiezan a aparecer pequeños núcleos donde ese arte sobrevive. Y, ¡sorpresa!, está bien vivo. En el foro, uno de los focos donde el verso resiste con brío es el siempre polémico barrio de Malasaña y sus alrededores.
Desde allí varios lugares dan espacio a las nuevas voces. Algunos son ya conocidos, como la cafetería-librería «El bandido doblemente armado». Otros son tiendas con matiz experimental, como la librería «Arrebato», o nuevas apuestas como el «Bukowsky club» (c/San Vicente Ferrer, 25). Es éste último -un bar ideado por Ines Pradilla y Carlos Salem hace poco más de un año- el que ofrece una comprensión de la poesía más cercana y a pie de calle, peleada y sudada como la vida misma. Como el mismo Bukowsky, probablemente, la entendía.
Desde allí varios lugares dan espacio a las nuevas voces. Algunos son ya conocidos, como la cafetería-librería «El bandido doblemente armado». Otros son tiendas con matiz experimental, como la librería «Arrebato», o nuevas apuestas como el «Bukowsky club» (c/San Vicente Ferrer, 25). Es éste último -un bar ideado por Ines Pradilla y Carlos Salem hace poco más de un año- el que ofrece una comprensión de la poesía más cercana y a pie de calle, peleada y sudada como la vida misma. Como el mismo Bukowsky, probablemente, la entendía.
Aplausos cerrados
Bajo el paraguas de las iniciativas de animación cultural del local subsiste no solo la rima, «la idea es canalizar experiencias artísticas de todo tipo», explican, «hemos hecho también unas quince exposiciones de pintura y fotografía en sólo un año, presentaciones de webs y revistas de cariz cultural, monólogos...».
La estrella, sin embargo, sigue siendo la «jam» de poesía que cada miércoles a las nueve congrega a una amalgama de escritores dispuestos a leer poemas -exclusivamente material propio- desde el pequeño escenario del local. «Aquí gente que tiene varios premios y bastante prestigio se puede juntar con chavales que por primera vez se atreven a leer en público», comenta Carlos. «Un día salió un hombre de ochenta años con unos sonetos que había escrito hace cincuenta para un amor no correspondido», explica. «Nadie conocía la historia, pero hubo un aplauso cerrado. Hay momentos de magia».
La clave: no discriminar. «Todo el mundo se lo toma en serio aquí, pero nosotros no hacemos una criba previa de contenidos o estilos», explican ambos. «Seleccionar es hasta cierto punto discriminar, aunque por supuesto no permitiríamos declaraciones racistas o demasiado ultras». Para Carlos está claro: «Sólo subirse a contar lo que a uno le duele es un mérito y yo no soy quien para decir quién vale y quién no. Además, es confrontándote con el público real como creces como escritor. Hay chavales que han dado unos saltos enormes».
En otros días de la semana, la gente puede leer poemas ajenos, y los domingos se realizan homenajes a poetas favoritos de la casa. El próximo, hoy mismo, a Benedetti, de quien Carlos alaba «su manera de decir cotidiana». Además, se han reactivado los monólogos. Tampoco faltan los talleres de poesía.
«Se crean olas»
De toda esta actividad y otras muchas que surgen espontáneamente ya se ven los frutos. «Se crean olas», explica Carlos, «nosotros no creamos grupos porque se crean solos, y varios de los que leen aquí han sido incluidos en la Antología de la Nueva Poesía Hispanoamericana». Se trata de una compilación reeditada cada tres meses y llevada a cabo por el poeta peruano Leo Celada.
Otros nombres de amigos artistas -imposible recogerlos todos- van saltando en la conversación: Escandar Al geet, cortometrajista, Igor Heras y Dabiz del Reino, ilustradores, Daniel Herrera, poeta... El mismo Carlos Salem es poeta y novelista. Una novela suya, «Camino de ida» («hay otras esperando», dice) va a ser sacada a la luz por la editorial Salto de Página, otra iniciativa joven, comprometida esta vez con la novela de calidad de España e Hispanoamérica.
Interrogado por el nombre del bar-espacio de creación, sus dueños reconocen que «el nombre de Bukowsky hace pensar a la gente en un sitio donde las cosas se dicen claras y donde se bebe bien. Es decir, lo que sucede aquí».
Una cita ineludible, pues, para quienes sienten la necesidad de escribir, esa actividad de la que el propio Bukowsky decía que «a menudo es la única cosa entre tú y la imposibilidad. Ninguna bebida, ningún amor de mujer, ninguna riqueza puede igualarlo».
(ARTÍCULO DE LUIS BOULLOSA, LA RAZÓN.
FOTOS DE PATTY Y ESCANDAR)
2 comentarios:
ves,
cuando no puedo conmigo, me pierdo.
la razón
da conocer a el mundo
los artistas de el país.
esto es el abc de la puta lucurra.
bsoles
cielos¡¡¡¡
Qué razón tienes Gsus. Y que guapos están los Jefes (Una mas que otro y viceversa). RY
Publicar un comentario