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domingo, 24 de febrero de 2008

me miro el ombligo del mundo y cuento la noche que queda,
niños de asfalto, no es tan malo rodar por el suelo, silvi y arturo mojados de lodo,
ninguna borrachera es fugaz pero piensa en la vida,
mejor no pienses,
me tiembla el cerebro,
tengo lucidez y espasmos, dejarse llevar,
si no lo escribo reviento, y si lo hago también,
ni medallas ni cables, las vanguardias están pasadas de moda,
ni tienes que reirte de mis chistes ni tienes que llorar mis destrozos,
tenemos un origen sin denominación
y un destino que parece hecho con dentelladas,
pocas cosas voy a contarte que tú no pienses que ya sabes y no sé quién está más equivocado de los dos,
no lo sé, de verdad,
pero permiteme el lujo ironico de emborracharme con mi gente,
al calor de la lluvia, patty está fría y muy suave, yo podría pasar de casi todo en estos momentos,
no voy a ponerme a discutir con nadie de nada, no necesito ganar guerras que se inventan los que quieren llegar a alguna parte,
vale tío, tú tienes la polla más grande, pero vete a medirtela a otro sitio,
yo es que tengo unos cuantos charcos que pisar todavía
y mañana trabajo
y se hace de día
y todo pasa tan rápido
que mejor me lo cuentas en otra pelicula.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

esto
es un poco la cuadratura del
círculo

inmenso.
maestro.



gsus

isabel dijo...

talmente de acuerdo

Anónimo dijo...

este texto eres tú.
con que charcos por pisar, eh?
entiendo casi todo. pero no pienso decirte nada. y si supiera cómo tampoco lo haría.
no sé si alguna vez te he confesado.. bueno, da igual.
ah! q sepas q contra todo pronóstico provocación se vende en diógenes, la libreria más importante de alcalá.
nos vebemos el viernes caballero.
y le quiero en forma.

Luna dijo...

No había guerra que ganar...Enhorabuena, me gustó mucho, espero poder coincidir en alguna otra ocasión.
Un saludo.