firma como tetsuo allá por donde va cuando va, aunque yo le digo chinaski. se llama jorge, pero me deja llamarle amigo. algunos gozamos los privilegios que ciertas personas nos conceden.
y esto se llama "el castigo",
y es
tan solo
una lección de lagrimas.
EL CASTIGO
Empezaré esta redacción de castigo sobre la moral, pidiendo disculpas a nuestro profesor Don Arcángel Gabriel, por todo lo acontecido.
Los hechos son los siguientes; Zeusito, Jesús Júnior y Yo; En la asignatura de civilización del animal humano, no atendiendo a las leyes 32 34 y 36 del manual normas del sentimiento humano, “jugamos” o mejor dicho, experimentamos con el azar. El nuestro era un interés puramente didáctico, no comprendíamos la diversificaciones ramales del sentimiento físico llamado “Llorar”.
Este es un tema que nos apasiona.
De todos los seres que se han ido creando, el creado por el discípulo de Yahvé; Mefisto; es sin ninguna duda el más complejo y excitante, el ser humano, que sin ser el más fuerte ni el más inteligente, a pesar de prescindir de dones mágicos como otros tantos animales de creación reciente, superan todas nuestras expectativas y pautas de trabajo expuestas al comienzo del proyecto.
Siguiendo con los hechos diré que ocasionamos “lágrimas” a un millón de sujetos del planeta tierra, todos ellos de raza humana, divididos a partes iguales según la reacción que se quería provocar; Un apunte sin duda peculiar es que no tuviéramos ningún problema con las llamadas lágrimas de la verdad en los encuadres de felicidad; A partir de este momento todo es anómalo, cambiante e impredecible. Un ejemplo notable es en la muerte cercana de primer grado, hubo sujetos en elevado número que no utilizaron lágrimas para este tipo de dolor; Esto nos sorprendió tanto que decidimos no seguir con el proyecto estipulado en las bases de la práctica. Desechamos todos los demás sujetos centrándonos única y exclusivamente en este número tan singular.
Decidimos someterles a otra muerte cercana de grado uno. Observamos las reacciones mas detalladamente, y la conclusión a este segundo estudio concluye con datos que sino reveladores, al menos son relevantes: Hubo pocas lágrimas, tan pocas que nos desconcertó de manera que sé salía de todo lo aprehendido en el curso anterior del “comportamiento y pasiones humanas”. Sinceramente nos fue grato descubrir que el hombre no era tan predecible ni aburrido como cuentan los libros.
Nuestra siguiente fase era provocar en nuestros sujetos una fuerte sensación de amor y dependencia; Construimos para todos ellos una relación asentada con buenos cimientos, con entendimiento mutuo, pasión... y todas las herramientas útiles que para ello se precisa. Hicimos que todos llegasen al escalón “efecto enamorado” y dejamos que se cayeran desde lo mas alto. Yendo a lo importante tengo que decir que el experimento se acoplo ligeramente a la curva estática(gráfica 221) del comportamiento del humano. En un 52% hubo explosión acumulada de lágrimas ante el fracaso sentimental; En un 34% dejaron caer alguna lágrima(no mentiría si digo que no fueron más de tres); Un 11% no lloró y un 3% que se olvido de llorar, este último fue el que más curiosidad nos creó. Sus ojos ya no eran fríos, estaban llenos de lágrimas cálidas, pero no escupían ninguna, no cayó por olvido, ni descuido. Ese tres por ciento nos traía de cabeza, poseían algo que no se enseña ni se aprehende, algo que sin duda el propio Mefisto desconoce.
Zeusito y Yo queríamos seguir, estábamos tan cerca de... algo, que no nos dimos cuenta que habíamos pecado de ley, Jesusito Jr no se mostraba seguro, y decidimos dejarlo por el momento, a la mañana siguiente supimos que Jesusito no quería seguir, su padre estaba en la clase de “civilización”; Y todos conocemos a Cristo, un charlatán, veterano de la tierra, y su puntilloso sentido ético sobre el animal hombre. Y dicho esto espero que no se malinterprete.
Aquí acabó nuestras ilusiones, y empezó nuestro castigo: esta redacción con todo lo ocurrido y pensado, junto con la prohibición de no hacer prácticas en la tierra durante un año, plazo tope para la entrega de ambos castigos.
Nota: Lo más curioso es que una vez apartados del proyecto me dedique a observar a mi 3%, fue extraño ver como poco a poco y uno por uno después de que cicatrizasen las heridas, cerradas por el tiempo,...Lloraron, sin excusas de por medio, totalmente irracional; Lloraron en silencio, sin llanto, solamente una mirada perdida y lágrimas cayendo pesadas, en soledad. Después del olvido, regresa el recuerdo fugaz, y comprendí que aquellos hombres solo lloraban sobre cicatriz, para que la sal de sus lágrimas no le curase demasiado rápido las heridas.