Pero hay otro miedo, el más visceral de todos. El miedo al dolor ajeno, al dolor de alguien a quien amas. El miedo a convertirte en un ser impotente a ese dolor, a estar cerca y no poder hacerlo desaparecer. Así, cuando se siente, te deja impregnado de un aroma amargo, el aroma del miedo a perder.
Ves el dolor en el rostro de un niño y es entonces cuando la vida empieza no tener demasiado sentido.
7 comentarios:
Sin duda, ése es el peor... Un abrazo
..y por qué
la llámamos wappa,
coño, todo misterio
tiene su evidencia.....
Pero la madre que te parió que fui yo. Te vas a enterar.
pero si está muy bien
Hey, esa chica!
El puto miedo nos atosiga y nos engaña, es un enemigo interno. Declaradle la guerra!!!!
presente en mis días de miedo
ia se pork m llaman guapa tia...
pork e salido a ti!
dios mio que pivonn!!
vivaaa mi tiaa!!
sabes k un angel cayo de el cielo i no sabia kn es astas k a scondidas t vi la espalada desnuda y descubri tu pekeño secreto!
tenias alas!
te quierooo
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